Los planes del Instituto I-Placex para mejorar la enseñanza de “contenidos complejos” en la educación online
El instituto profesional se adjudicó fondos de Corfo para crear modelos de aprendizaje y recursos tecnológicos para enseñar materias más difíciles para el formato online. Parte de los hallazgos del proyecto se compartirán con toda la comunidad académica local.
- T+
- T-
La pandemia empujó al mundo de la enseñanza técnico profesional a llegar con los contenidos a los alumnos, una modalidad que en Chile pocas entidades cultivaban. Una de ellas, es el Instituto Profesional (IP) I-Placex, que acaba de adjudicarse un fondo de innovación de Corfo para desarrollar nuevas metodologías y recursos tecnológicos que permitan mejorar la educación online.
El vicerrector académico de I-Placex, Roberto Barriga, comenta que el modelo que se instauró en la comunidad académica local durante la pandemia fue el de clases por videoconferencia, lo que es sólo un “paso inicial”. “Esto es como comparar los primeros años del cine, donde se montaba una obra de teatro frente a una cámara estática, pero cuando avanzas un paso más, te das cuenta que hay recursos distintos y que las dinámicas son muy diferentes, hay que diseñar secuencias de aprendizajes distintas”, dice.
Barriga explica que el proyecto busca mejorar la enseñanza de “contenidos complejos” -como destrezas y habilidades- incorporando nuevas tecnologías, como realidad virtual y realidad aumentada, y metodologías en algunas de las carreras que imparte: en las ingenierías -industrial, informática y prevención de riesgos-, en el área de la salud -técnico en enfermería y técnico en odontología- y en otras como gastronomía.
El proyecto se financiará con aportes de Corfo -$ 264 millones para ser ejecutados en tres años- y recursos propios. Comprende tres fases, en las dos primeras, se creará una unidad específica, un modelo de innovación y se desarrollarán recursos de aprendizaje para la modalidad virtual con socios tecnológicos. Y en la tercera, buscan formar un ecosistema abierto de innovación y compartir las experiencias.
“Este primer año es más intensivo en prospección, de reconocer mejores prácticas, de definición de un modelo de innovación y de identificar socios tecnológicos, de manera que el próximo año esté enfocado en la producción de algunos recursos y modificación de los programas de aprendizaje”, comenta Barriga.
Respecto de los socios, precisa que pueden ser empresas que manejen tecnologías -startups o firmas medianas-, sin experticia en educación, para que desarrollen conocimiento con apoyo del IP y puedan incorporar sus tecnologías para agregar valor a los procesos de aprendizaje.
Respecto del tipo de recursos que buscan desarrollar, Barriga señala que se trata de distintas tecnologías para crear simuladores de instrumentos y de instalaciones donde se puedan recrear procesos complejos que se viven en una industria o área.
“Por ejemplo, si un prevencionista de riesgo tiene que evaluar un edificio, esa experiencia se puede recrear y ver muy beneficiada con el uso de realidad virtual, también aplicaremos realidad aumentada”, explica el vicerrector académico.
Barriga señala que cambiar las secuencias de aprendizaje con el uso de tecnología es sólo el primer desafío de la educación online. El gran reto, dice, es avanzar en flexibilidad y romper la sincronía de la asistencia a una clase a una misma hora, es decir, cómo lograr que los alumnos -en un marco de tiempo determinado- puedan ir realizando las actividades de aprendizaje.
“Para eso hay que construir muchos recursos o experiencias de aprendizajes autogestionadas, donde el propio alumno pueda ir interactuando con distintos elementos y se apoye en el docente, no al estilo de ´me van a hacer clase´, sino de participar de discusiones, resolver consultas y que los momentos de sincronía estén enfocados en espacios puntuales del aprendizaje donde se hace necesario una explicación más detallada”, afirma Barriga.
Difusión de resultados
El vicerrector académico destaca que parte de los hallazgos y de la experiencia de la investigación se compartirá con otras instituciones de educación y con empresas. Si bien no está aún definido a través de qué mecanismo, no descarta que sea a través de un portal dentro del sitio web de la entidad.
“Vamos a trabajar en varias dimensiones, una opción es un espacio abierto de difusión a la comunidad, donde las instituciones de educación tengan acceso a algunos de los recursos, modelos y aprendizajes. Pero también vamos a organizar seminarios, charlas y cabe la posibilidad de buscar una o más instituciones de educación para hacer proyectos en conjunto”, adelanta Barriga.